- "El último encuentro", "La mujer justa", "Tierra, tierra" de Sándor Márai.
La vida no es de color de rosa, pero aún así merece la pena. Y Sándor Márai nos lo describe con maestría. No apto para el "buenismo" reinante.
- "Memorias políticas" y "Memorias de guerra" de Manuel Azaña.
Nunca el sectarismo y el desprecio han producido tan buena literatura política. Un intelectual, un liberal y un burgués.
- "Los cipreses no creen en Dios", "Un millón de muertos", "Ha estallado la paz" de José María Gironella.
Me cisco en lo políticamente correcto. Quien quiera memoria histórica que deje a un lado las etiquetas simplificadoras y haga un esfuerzo por conocer y tener criterio propio. Valiente y cabal. D.E.P.
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